domingo, 13 de abril de 2008

Zapatero, dos cojones

Hay cosas en las que no soy neutral ni pretendo serlo. Y en las mismas, no soy sospechoso sino convicto. Junto a mis antiguas e irrenunciables ideas socialistas, abrazo con la fe del converso la lucha por la igualdad real entre todos, hombres y mujeres, mayores y jóvenes, nativos e inmigrantes. Una igualdad que se basa en las garantías suficientes y consolidadas para que todos estemos en el mismo punto de salida, en la que no haya privilegios.

Una igualdad que nos permite, sin duda alguna, aprovechar de verdad, y no de “boquilla”, las capacidades de cada uno y cada una y agregarlas para la mejora de esta sociedad. Creo en las cuotas porque en una situación tan desigual como teníamos ha permitido incorporar a muchas personas que no tenían oportunidad de mostrar esa capacidad. Pero nunca he creído en los “floreros”, para adornar y callar nuestras conciencias o cumplir hipócritamente las normas.

Por eso, tras ver la composición del nuevo Gobierno de España, presentado por el Presidente Zapatero (PZ), me ha dado mucha alegría. Y una de las razones principales, su tratamiento en materia de paridad. No sólo más mujeres, sino en puestos claves, relevantes y decisivos. Vicepresidencia Primera, Fomento, Defensa, Medio Ambiente y Medio Rural, Ciencia… Y mucho tiene que ver en ello, me consta, la labor callada, constante, segura y apreciada de mis amigas y compañeras Maribel Montaño, Carmeli Hermosín, Amparo Rubiales y muchas más.

Por eso, y perdonen la expresión, Zapatero, dos cojones. Aunque algunos plumíferos titulen hoy sus tribunas El Batallón de modistillas de ZP.

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