miércoles, 28 de julio de 2010

Manolo Recio y el Social Confirming

Manolo Recio es el actual Consejero de Empleo de la Junta de Andalucía. Le conocí y empecé a trabajar con él cuando era Delegado del Gobierno en Almería y preparábamos la Ishare Cup de 2009. Luego, en el primer gobierno de Griñán fue nombrado Secretario General de Economía y en el segundo en su actual responsabilidad.

Es un político de raza. Combina un tremendo sentido común (no dice tonterías nunca) con un atrevimiento en sus propuestas que le hacen muy interesante.

Acaba de lanzar en su blog, http://www.manolorecio.es/, un concepto muy comprometido, el Social Confirming. Se trata de que la soberanía ciudadana no se ejerza sólo cada cuatro años, eligiendo a nuestros representantes, sino que en cada acción de compra, depósito o acción, califiquemos a las empresas, bancos y sociedades que son socialmente responsables de verdad, y no sólo quienes usan ese concepto como elemento de marketing.

Es algo muchas veces comentado, pero poco ejercido. Tenemos, en nuestras pequeñas decisiones, la capacidad de hacer que las cosas cambien. Sólo eligiendo, cuando compramos, si lo hacemos a quienes maltratan el medioambiente o no; a quienes respetan condiciones sociales o no; a quienes devuelven a la sociedad parte de lo que ganan, o no.

Ese poder, es mucho poder. Y políticos capaces de hacer ese tipo de propuestas, valientes, comprometidas y realistas, son de la madera que necesitamos. Hoy, más que nunca.

martes, 27 de julio de 2010

Las cosas bien hechas




Dado que mi bronquitis me impide (de momento) correr, esta mañana he salido a dar un largo paseo por los caminos forestales que Medio Ambiente ha hecho para proteger los pinares de Rota.

Un auténtico placer. Las cosas bien hechas dejan un buen sabor de boca. Pasear temprano por medio de esos maravillosos pinares, respirando el aire de levante, el aroma de los pinos, ver como se recupera esa vegetación dunar, es algo que te da vida.

Recuerdo tantos momentos de mi niñez por estos lugares, cuando veníamos a coger camaleones (entonces no estaba prohibido). Un año cogimos uno y lo llevamos a casa de mi madre, donde el patio era un verdadero jardín. Allí se perdió el camaleón, y aparecía muy de vez en cuando, sobre todo en el día de los Reyes de San Agustín al pasar por mi Cerro de los Locos, ese día de la guerra de caramelos con quienes veían la cabalgata desde la casa de Julián.

Aquí, al igual que en Alcalá, se demuestra que la protección ambiental es compatible con el disfrute de los ciudadanos de los maravillosos parajes que nos rodean, y que solo el civismo puede seguir con la conservación de esas maravillas naturales para las generaciones que nos sucedan.

Adjunto un par de fotos, o tres, sacadas esta mañana desde mi Black, para que puedan imaginar el disfrute.

martes, 20 de julio de 2010

Malas noticias para Rajoy: ¡qué racha!

Los últimos días no traen buenas noticias para Rajoy, pese a lo feliz que se lo pintaban “sus” medios.

Veamos algunas “malas” noticias:

a. España no se rompe, ni con la aprobación del Estatut ni con la sentencia del Tribunal Constitucional sobre su denuncia de múltiples artículos (por cierto, algunos idénticos al Estatuto de Andalucía).
b. El precio de la deuda pública española ha bajado hoy, en relación a la última subasta, casi 40 puntos básicos, y cubre las expectativas. Es decir, España no está en quiebra ni se la espera.
c. Pese a sus expectativas, Rajoy quedó el tercero en la valoración del resultado del Debate sobre el Estado de la Nación. (Primero, los que piensan que no ganó ninguno, segundo, con diferencia Zapatero). Es decir, Zapatero tampoco se hunde, pese a sus difíciles decisiones y su déficit de explicación.
d. España ha ganado el Mundial de Fútbol, y aunque no creo en las interpretaciones “económicas” de ese hito deportivo, somos felices por un buen rato.
En fin, que seguimos cabalgando, pese a todo.

sábado, 10 de julio de 2010

El desprecio de los ciudadanos.

Extractos del artículo en El País de hoy, 9 de julio, de Emma Riverola, creativa publicitaria.

"...Durante los últimos años, el marketing se ha impuesto en el mundo de la política. Al líder se le ha otorgado el rango de producto. Los ciudadanos nos hemos convertido en codiciados consumidores y nuestros votos, en devaluada moneda de cambio. El debate ideológico ha quedado arrinconado por la verborrea de un agente comercial salpicada de frívolas promesas publicitarias o de pueriles amenazas sobre la llegada del lobo. La política se ha banalizado y las encuestas deciden los cambios en el diseño de las etiquetas.

.....En una sociedad marcada por las leyes del consumo y adormilada por años de bienestar, el ciudadano se siente cada vez menos responsable de todo. Su tolerancia al riesgo se ha tornado ínfima y cree poder exigir a papá Estado la solución inmediata de todos sus problemas. Pero el espejismo se hace añicos ante la crisis y la sombra de la estafa planea sobre la clase política. Yo te di mi voto, yo te compré, ¿por qué no arreglas todo esto? Una mala compra, piensa el elector, otro trasto inútil, y busca en vano las condiciones de devolución en la letra pequeña de su voto.

Y cuando las ventas bajan, ya se sabe, entran en juego las ofertas dos por uno y las promociones agresivas. O, lo que es igual, la indefinición en el discurso para tratar de atraer al mayor número de votantes y la guerra sin cuartel a la oposición. Una dura contienda sin remilgos en la que no se duda en traicionar la propia coherencia si eso desgasta al contrario. El mensaje se simplifica. O conmigo, o contra mí. Se huye de los puntos de encuentro y las opiniones discrepantes se consideran un ataque. La tolerancia no cotiza en este mercado de valores y la sociedad oscila peligrosamente hacia la indiferencia o la intransigencia.

....La abstención crece a ritmo vertiginoso para vergüenza del espíritu democrático y no se observan en el mercado fórmulas mágicas capaces de invertir la tendencia. Parece urgente establecer nuevos puentes de diálogo entre ciudadanos y políticos, fomentar plataformas de pensamiento, donde las discrepancias sean acogidas como una fuente de enriquecimiento y los esfuerzos se destinen a la construcción de mejores modelos de relación y organización. Espacios alejados del marketing y sustentados en un compromiso mutuo de respeto a la verdad y la honestidad. Suena a utopía. Y eso es lo terrible. Porque si dejamos de creer en nuestra capacidad de transformación y mejora, renunciamos a ejercer el poder. La elección es nuestra: ciudadano o consumidor."

Reaccionemos. Esto lo digo yo.

viernes, 9 de julio de 2010

Cajas, no entiendo nada (o a lo peor, sí)

He tenido la oportunidad de pertenecer durante algunos años al Consejo de Administración de El Monte, y, posteriormente, de Cajasol. Ello me ha permitido conocer por dentro como funciona una institución financiera, y de forma partícular, las cajas de ahorros. Merece la pena, y lo se por esa experiencia, que luchemos por conservar este tipo de instituciones, pues tiene un papel, social, económico y financiero, que nada ni nadie sustituirá cuando desaparezcan.

Y precisamente por ese conocimiento, no puedo entender que no se anuncie ya, de forma inmediata, irrevocable, irreversible, rotunda, la fusión de las cajas de ahorros UNICAJA y CAJASOL. Fría, o caliente. De una forma o de otra. Con una sede y con ocho. No es ya la oportunidad, es la necesidad, la supervivencia. Andalucía lo necesita, y ellas, las cajas, también.

No se superponen demasiado, están, quizás una más que otra, en buen estado de salud, tienen excelentes profesionales.

Hemos oído en estas semanas, rara avis, declaraciones en su favor del PSOE, de la Junta, del PP, de los sindicatos, de los empresarios. De toda la sociedad, de tertulianos, de intelectuales.

Hablan de dificultades técnicas. Pregunto, ¿más que la fusión de Caja Madrid con la CAM? Una la preside todo un ex-Vicepresidente del Gobierno de Aznar, otra todo un ex-Presidente de la Generalitat Valenciana. Y van a hacerlo, con dos sedes.

Por ello, digo que no entiendo nada, de las razones por las que no se fusionan. O, a lo peor, sí lo entiendo. Por que las conozco. Pero entiendo entonces aún menos. Vaya lío.

jueves, 8 de julio de 2010

Más reflexiones

1. El fútbol.

Lo han estudiado psicólogos, sociólogos, antropólogos. Es un fenómeno comparable al Circus romano. Consigue cosas increíbles: cambios en las personas más tranquilas, depresiones, euforias...

Ahora, ha conseguido algo también dificil, no conseguido en la democracia. La bandera española, esa de la que siempre se han querido aprovechar uos pocos, esa a la que llegamos muchos a sentir como símbolo de opresión, es ahora de todos, se ve en balcones, nos envolvemos en ella, nos une. Que sirva para más.

2.Cambios en el PP de Alcalá

Oigo que Javier Jíménez ya no es el portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento alcalareño. No parece un cambio baladí, sino el triunfo de quienes piensan que hay que endurecer la oposición. No se pierda de vista. Como siempre, análisis objetivo y ajuste de tácticas. La estrategia la tienen fijada, no nos dejemos sorprender.