sábado, 29 de noviembre de 2008

LA GALA DEL DEPORTE EN ALCALÁ

Asistí el pasado jueves a la VIII Gala del Deporte de Alcalá, por invitación expresa del Alcalde, a quién se lo agradezco. Hacía bastante tiempo (demasiado tiempo) que no asistía a un acto “oficial” en mi pueblo, y me agradó bastante que fuera en algo relacionado con el deporte, a lo que dedico actualmente todo mis capacidades y tiempo.

No puedo olvidar que la Gala del Deporte fue una idea mía, que puso en marcha magníficamente, como otras cosas, Juan Carlos García.

Me permitieron, además, entregar un reconocimiento, en el apartado de Promoción Deportiva, a la Fundación Andalucía Olímpica, con la que me unen bastantes lazos, y más que me unirán en el próximo futuro.

Todos los premios pueden discutirse, puede haber criterios distintos, objetivos dispares y propósitos no conocidos. Algunos, como el del Maestro Sánchez Araujo, suscitan bastante unanimidad. Otros, como el de Decathlon, son más discutibles.

Efectivamente, yo no entiendo ese premio. Creo que la firma Decathlon, que acaba de abrir una macro tienda en nuestra ciudad (en el límite con Sevilla), que ha creado muchos puestos de trabajo para jóvenes, en su mayoría alcalareños y alcalareñas, que está en el programa de intercambio Anteo, merece un premio. Pero no del Deporte. Merece un premio a la iniciativa empresarial. O a la creación de empleo. O la asunción de riesgo en tiempo de crisis.
Pero en el ámbito del Deporte, aún no han hecho nada. Colaborarán con las escuelas deportivas. Buen propósito, pero no realidad consolidada.

Si hay que premiar una iniciativa en el terreno de lo comercial deportivo, yo se lo hubiera dado a Deporte Z, tienda alcalareña, con muchos años, familiar, que ha abierto nuevas tiendas en nuevas zonas de oportunidad.

Pero este premio, tan rápido, me ha sonado a esa frase que decía mi abuela (la cojita): “culo veo, culo quiero”, que es algo así como novelero.

lunes, 24 de noviembre de 2008

¿Reverte Nostradamus?

En la Empresa Pública de Deporte Andaluz, donde trabajo, se ha comenzado un boletín interno, llamado Asómate, Ventana Informativa. Es una buena herramienta de comunicación.

En el número 1, que, como casi siempre ocurre, es el segundo que se edita, aparece este artículo que me parece IMPRESIONANTE. He leído todas las novelas de Arturo Pérez Reverte, pero no me entusiasma como artículista. Pero la verdad es que da un cierto "repelus" leer éste y compararlo que la realidad ecónomica de hoy.

Artículo del escritor español Arturo Pérez-Reverte, publicado en 'El Semanal' el 15 de noviembre de 1998, y que ahora, diez años después, parece una visión de Nostradamus.


Usted no lo sabe, pero depende de ellos. Usted no los conoce ni se los cruzará en su vida, pero esos hijos de la gran puta tienen en las manos, en la agenda electrónica, en la tecla del computador, su futuro y el de sus hijos.
Usted no sabe qué cara tienen, pero son ellos quienes lo van a mandar al paro en nombre de un tres punto siete, o un índice de probabilidad del cero coma cero cuatro.
Usted no tiene nada que ver con esos fulanos porque es empleado de una ferretería o cajera de Pryca, y ellos estudiaron en Harvard e hicieron un máster en Tokio, o al revés, van por las mañanas a la Bolsa de Madrid o a la de Wall Street, y dicen en inglés cosas como long-term capital management, y hablan de fondos de alto riesgo, de acuerdos multilaterales de inversión y de neoliberalismo económico salvaje, como quien comenta el partido del domingo.
Usted no los conoce ni en pintura, pero esos conductores suicidas que circulan a doscientos por hora en un furgón cargado de dinero van a atropellarlo el día menos pensado, y ni siquiera le quedará el consuelo de ir en la silla de ruedas con una recortada a volarles los huevos, porque no tienen rostro público, pese a ser reputados analistas, tiburones de las finanzas, prestigiosos expertos en el dinero de otros. Tan expertos que siempre terminan por hacerlo suyo. Porque siempre ganan ellos, cuando ganan; y nunca pierden ellos, cuando pierden.
No crean riqueza, sino que especulan. Lanzan al mundo combinaciones fastuosas de economía financiera que nada tienen que ver con la economía productiva. Alzan castillos de naipes y los garantizan con espejismos y con humo, y los poderosos de la Tierra pierden el culo por darles coba y subirse al carro.Esto no puede fallar, dicen. Aquí nadie va a perder. El riesgo es mínimo. Los avalan premios Nóbel de Economía, periodistas financieros de prestigio, grupos internacionales con siglas de reconocida solvencia.
Y entonces el presidente del banco transeuropeo tal, y el presidente de la unión de bancos helvéticos, y el capitoste del banco latinoamericano, y el consorcio euroasiático, y la madre que los parió a todos, se embarcan con alegría en la aventura, meten viruta por un tubo, y luego se sientan a esperar ese pelotazo que los va a forrar aún más a todos ellos y a sus representados.
Y en cuanto sale bien la primera operación ya están arriesgando más en la segunda, que el chollo es el chollo, e intereses de un tropecientos por ciento no se encuentran todos los días. Y aunque ese espejismo especulador nada tiene que ver con la economía real, con la vida de cada día de la gente en la calle, todo es euforia, y palmaditas en la espalda, y hasta entidades bancarias oficiales comprometen sus reservas de divisas. Y esto, señores, es Jauja.
Y de pronto resulta que no. De pronto resulta que el invento tenía sus fallos, y que lo de alto riesgo no era una frase sino exactamente eso: alto riesgo de verdad.
Y entonces todo el tinglado se va a tomar por el saco. Y esos fondos especiales, peligrosos, que cada vez tienen más peso en la economía mundial, muestran su lado negro. Y entonces, ¡oh, prodigio!, mientras que los beneficios eran para los tiburones que controlaban el cotarro y para los que especulaban con dinero de otros, resulta que las pérdidas, no.
Las pérdidas, el mordisco financiero, el pago de los errores de esos pijolandios que juegan con la economía internacional como si jugaran al Monopoly, recaen directamente sobre las espaldas de todos nosotros.
Entonces resulta que mientras el beneficio era privado, los errores son colectivos, y las pérdidas hay que socializarlas, acudiendo con medidas de emergencia y con fondos de salvación para evitar efectos dominó y chichis de la Bernarda. Y esa solidaridad, imprescindible para salvar la estabilidad mundial, la paga con su pellejo, con sus ahorros, y a veces con su puesto de trabajo, Mariano Pérez Sánchez, de profesión empleado de comercio, y los millones de infelices Marianos que a lo largo y ancho del mundo se levantan cada día a las seis de la mañana para ganarse la vida.
Eso es lo que viene, me temo. Nadie perdonará un duro de la deuda externa de países pobres, pero nunca faltarán fondos para tapar agujeros de especuladores y canallas que juegan a la ruleta rusa en cabeza ajena.
Así que podemos ir amarrándonos los machos. Ése es el panorama que los amos de la economía mundial nos deparan, con el cuento de tanto neoliberalismo económico y tanta mierda, de tanta especulación y de tanta poca vergüenza.

domingo, 23 de noviembre de 2008

¿Sor Maravillas en Alcalá?


Ha tenido un gran eco la polémica sobre la instalación de una placa a la Beata Sor Maravillas en el Congreso de los Diputados, ya que nació en una casa que ahora forma parte de esa Institución. Finalmente, se ha retirado la decisión tomada por la Mesa de la Cámara, claramente defendida por su Presidente, José Bono.

La razón de los detractores era clara. Las instituciones han de ser y parecer laicas. Es decir, no confesionales. Y no entro en la discusión de los términos, ya es elevada.

Yo nunca he ocultado mi condición de cristiano. Quizás de mal cristiano. Recuerdo que en mi toma de posesión como Diputado, fui el único socialista que juró sobre la Biblia, lo que se convirtió en noticia periodística. Tampoco quiero hacer gala de esa condición. En contra de lo que opinan los obispos, creo que pertenece a mi esfera más personal.

Pero comparto plenamente la laicidad que deben tener las instituciones. Por mandato constitucional, por respeto a todos y todas, por imparcialidad, y por muchas razones más. La confusión entre Iglesia y Estado nos ha costado a los españoles muchos problemas y muchos retrasos. Desde la Inquisición hasta su colaboración con el franquismo reciente.

Y, en éste, como en todo, creo que hay ser, o tratar de ser (o, al menos, aparentar ser) coherente. No se pueden hacer discursos de laicidad y casi ateismo y luego caer postrado ante los oropeles y fastos religiosos.

Y no se porqué me he acordado de Sor Maravillas al pasar ayer de noche por la puerta del Ayuntamiento alcalareño, con un vigilante privado vigilando unas macetas y unas vallas.

sábado, 22 de noviembre de 2008

Algo bien hecho…..que debemos conservar.



Recibo al final de esta viajera y trabajada semana un folleto en casa, editado por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y el Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra, sobre las “actuaciones en las riberas del Guadaíra”. Es realmente un buen trabajo. El folleto y las obras que pregona.

Esta zona es muy frecuentada por mí, bien en los entrenamientos, bien en los paseos que me gusta dar, oyendo música y pensando, sobre todo en esta época y la primavera.

Esta mañana he paseado por el entorno del Puente del Dragón y su arreglo es tan evidente como prometedor. Se va a convertir, aún más, en un lugar emblemático de la ciudad.

Estando la tarde tan buena, he intentado ir al molino de Las Aceñas por la margen izquierda. No lo he conseguido. El camino está cubierto de maleza, y yendo por la valla he conseguido destrozar un viejo chándal. Pero se ve como ya hay una segunda alambrada delimitando la finca de Oromana (algún día contaré como se frustró esa compra por parte del Ayuntamiento, cuando el acuerdo con la familia Crespo era total). Imagino que eso indica que ya se ha hecho la expropiación para acondicionar ese camino.

Acompaño arriba una foto de otra zona arreglada y que es de mis favoritas. Es el Bosque, frente al parque San Francisco.

Pero al mismo tiempo, me preocupa el fortísimo deterioro que tiene la zona de Realaje y Torrondo, por el paso indiscriminado de motos camperas y “cuadrúpedos” mecánicos. Se que la zona no es pública, pero ha vuelto a ser el sitio donde muchos alcalareños van a pasar el sábado y domingo con niños y amigos. Es peligroso tanto descontrol. Yo iba mucho allí con mi padre y mi madre. Mi hermano Juan Carlos decía que esa era “su parcela”.

Por otro lado, se están destrozando las laderas, como se puede ver en la foto de abajo. Cuando llueva, si lo hace con intensidad, la escorrentía se llevará toda la tierra, y los surcos serán irreparables.

Mejoremos todo lo que podamos, sin descuidar lo que ya poseemos.

domingo, 16 de noviembre de 2008

La envidia deportiva


La envidia, como todo pecado capital que define el catecismo de la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana, no es buena. Pero, a veces, puede no ser tan mala. De acuerdo a la primera definición de la Real Academia Española la envidia es sentir tristeza o pesar por el bien ajeno. Eso no es bueno. De acuerdo a la segunda de las acepciones, la envidia se puede encuadrar dentro de la emulación o deseo de poseer algo que otro posee. En este sentido, puede no ser tan mala si es un estímulo para mejorar en lo que uno es o tiene.

Viene esta reflexión a raíz de la celebración la pasada semana de la X Media Maratón Tierra y Olivo, que celebra la vecina ciudad de Dos Hermanas. No pude correrla, pues acababa de venir de la Maratón y quiero (aunque me cuesta) tener tres semanas de recuperación, la última activa. Mis compañeros de entreno sí la hicieron. Me dio cierta envidia, me hubiera gustado estar con ellos, sentir la emoción de la salida, el cansancio de la llegada y la satisfacción de la “cervecita” posterior, recuperadora en lo físico y agradable en lo emocional.

Corrí la primera edición, en la que, por cierto, nos cayó una tromba de agua memorable. Luego, he ido a varias, aunque su proximidad a la Subida de Cabra me ha impedido ir a otras.

Me cuentan quienes fueron que hubo más de 900 corredores (según la clasificación, llegaron 882), que dieron a los que terminaron una sudadera preciosa, una camiseta de competir y una mochila muy bonita. Y también sentí cierta envidia. Llevamos en nuestra Media Maratón, en sus dos etapas diferenciadas, doce ediciones. En la última, de 2008, entraron en meta 229 corredores, según el control publicado.

M experiencia dice que la mejor publicidad para una carrera, si queremos que sea realmente popular, se basa sólo en buena organización y que el corredor se sienta mimado. Que el popular, el que no gana nunca, se sienta protagonista. Los de El Naranjo lo han entendido y aplicado con notable y visible éxito.

No es bueno estar comparándose permanentemente con Dos Hermanas. Pero, digo yo ¿No podríamos mejorar nosotros mismos?

jueves, 6 de noviembre de 2008

Sí, era y es posible.




Si a alguien le gusta la Política, con mayúsculas, como he escrito varias veces; si seguimos pensando que un mundo más ilusionado es posible; si creemos en la fuerza del mensaje. A todos los que hayan contestado que sí a una de estas preguntas, les recomiendo encarecidamente que lean el discurso de Barak Obama en Chicago la noche de su victoria. Para comodidad, ésta es la versión de El País.

Es una pieza literaria y política con fondo y con forma. Que genera ilusión y confianza, credibilidad y esperanza.

Si se nota que me alegro de la victoria de Obama, no es nuevo. Ya he escrito varias veces sobre este tema. Es la ventaja de escribir. Que queda escrito. Parece una obviedad, pero es así para bueno (para unos) y para malo (para otros).

Una de las imágenes que más me ha impactado ha sido la de Jesse Jackson llorando al oír el discurso de Chicago. Jackson estaba con Martín Luther King cuando lo asesinaron. Se presentó (y perdió) dos veces a la Presidencia por el Partido Demócrata. Y lloraba de emoción. Decía Martín : "Yo tengo un sueño". Y los sueños se cumplen. Un negro, demócrata, Presidente de los Estados Unidos de América.

Otra, ver la celebración en Times Square en esa noche. Justo 24 horas antes, yo estaba allí, y una compañera de la empresa, Rosita Zambrano, lo vivió en directo, allí mismo. Esto me decía en un correo: “No os podéis hacer una idea lo que vivimos anoche en Times Square con las elecciones. Algo muy difícil de olvidar.”

Se ha escrito mucho sobre este tema para que yo pueda aportar algo. Ya todos somos de Obama. Escuché a González Pons, portavoz del Partido Popular, alegrarse como pocos. Es cierto que hay momentos, y personas, en la historia, que representan cambios de pendientes. Recuerdo a los americanos Roosevelt, Kennedy, al sueco Olof Palme, a los alemanes Adenauer y Brandt, y tantos otros. Obama será, si no me equivoco, algo igual.

Solo añadir algunas reflexiones más cercanas. Primero, el cambio es cambio, no simulación del cambio. McCain era más de lo mismo. Algunos pretenden ser el cambio permanente, sin percibir que eso es una contradicción. Si es lo mismo, no es cambio.

Segundo. Cuando el pueblo quiere que haya ese cambio, se moviliza. Incluso cuando el sistema electoral es tan complejo como el estadounidense, en el que hay que inscribirse previamente para votar. A sensu contrario, cuando está resignado, se abstiene.

Tercero. Cuando a alguien le va bien, todos son de él. Cuando va mal, nadie lo reconoce. Solo el paso del tiempo pone a cada uno en su sitio merecido.

Ahora, a disfrutar.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Algunos datos de la Maratón de Nueva York.



Como ya dije anteriormente, en Nueva York, y también en su Maratón, todo resulta desproporcionado, enorme.

Doy algunos datos estadísticos, que alumbran este hecho. En total salieron 38.356 personas. Alcanzaron la meta en las cinco horas de control, 37.899, 25.072 hombres y 12.827 mujeres. Hubo 17 personas con más de 80 años que terminaron. El mejor español fue un malagueño de Álora, Juan Vázquez, que venía en la expedición de Andaluces en Nueva York. Quedó el 49 absoluto, y el segundo veterano. Un monstruo.

Españoles terminamos 635, 559 hombres y 76 mujeres, el octavo país del mundo, sin contar a los Estados Unidos. Ya dije que mi lugar en la clasificación fue el 6.688, como refleja el New York Times del día 3 de noviembre.

El número de Voluntarios fue de 20.000 personas, entusiastas desde el primer momento.

La salida es desde Staten Island y termina en Manhattan, en el mismo Central Park, a 500 metros de tristemente célebre Hotel Dakota, donde asesinaron a John Lennon. Además, transcurre por Brooklyn, Queens y el Bronx.

Para mi salida, que era a las 9’40 (había tres oleadas, una cada veinte minutos, y se sale de tres sitios distintos, que confluyen en la milla 8), tuve que coger el autobús (sólo se puede ir en transporte de ellos, ya que sale desde una base militar) a las ¡¡4’30!! De la mañana. Sí, leen bien. 5 horas antes, con un viento y un frío que pelaba.

Por último, y ya no habló mas del maratón (aunque si lo haré de Nueva York), quiero terminar con una foto especial, en al que vuelvo a constatar que hay personas realmente relevantes, que han sido y son grandes figuras mundiales, y que son sencillas, honestas, nada creídas, accesibles. Ejemplos como deportistas y como personas. ¡Que buen ejemplo!

En la foto estoy con Paquillo Fernández, con quien estuve casi todo el tiempo allí, y que me asombró. Cuando me hizo él una entrevista para Canal Sur, le confirmaba mi estupor. El gran Paquillo entrevistando al Paquito. Medalla de Plata en Sidney, Subcampeón del Mundo en tres ocasiones consecutivas, recordman mundial, lo ha sido y sigue siendo todo en marcha.

Y junto a él, Abel Antón. Si conseguí estar con Martín Fiz, con Abel completo la pareja más completa y variada del maratón mundial. Dos veces campeón del mundo en Maratón, en Atenas 97 y Sevilla 99. Campeón de Europa en 10.000. Y muchos triunfos más.

Que orgullo.

martes, 4 de noviembre de 2008

Misión cumplida

De vuelta a casa. Y todos los objetivos cumplidos. Los profesionales, de los que hablaré en otra ocasión, han salido muy bien. Los personales, también. Y me refiero a la Maratón, la supermaratón de Nueva York.


Harían falta muchas entradas y muchos blogs para comentar todas las sensaciones. Si anteriormente comenté que alla todo es muy grande, ésto lo es en grado superlativo. Miles de personas en las calles, animando sin descanso, dándote de todo, plátanos, manzanas, papel de cocina para limpiarte el sudor. Cientos de bandas de música, de todos tipos (Folk, rock, charangas, gospell, .....). 20.000 voluntarios, 5.500 policías.....


José Carlos Jáenes, psicologo del deporte que nos acompañó y corrió (Fue el ganador de la primera maratón de Sevilla), me pintó en los brazos mi nombre (PACO), y toda la carrera fui oyendo "Go, Paco", "Vamos Paco" y cosas similares. Impresionante.


Ahí va una foto de mi entrada. Ya no recordaba yo lo que era sufrir tanto corriendo. Pedazo de pájara en el kilómetro 30, que un plátano que me proporcionó una señora alivió. Recordar a Rafa Piña, a Borreguero, al maestro Venturi, y a tantos otros que han entrenado conmigo, me dio fuerzas. Y de manera muy especial, a Antonio Florido, amigo "for ever".


Bueno, el tiempo fue de 3 horas, 39 minutos, y quedé el 6.688 de 39.000.

En fín, mi organismo no sabe muy bien que hora es. Llegué a la una a Málaga y a las cuatro ya estaba en la Consejería en una larguísima reunión de preparación del debate presupuestario. Así que intentaré dormir un rato, y espero que al levantarme tengamos a Obama de Presidente electo de los Estados Unidos.

sábado, 1 de noviembre de 2008

Desde Nueva York


Esto es realmente impresionante. Mi primera sensación es que esto es como lo vemos en las pelis. Enorme todo hasta la excentridad. Los mismo tipos, la policía, los camiones, todo. Tengo material y fotos para escribir suficiente como para que Téllez no vuelva a reñirme por no hacerlo, una buena temporada.


Ahí va una primera foto, en el stand de Andalucía, con Paquillo Fernandez, nuestro marchador olímpico, y El Fandi, torero que acaba de estrenar aquí en Nueva York una pelicula.


Esta mañana he corrido la Carrera de la Amistad, cuatro kilómetros, desde la sede de la ONU hasta Central Park, la misma meta de mañana. 20.000 personas corriendo juntas es un espectáculo en el mejor sentido de la palabra. Las sensaciones inolvidables.


Ya contaré como me ha ido mañana.