Necesito dos tardes de economía.

Esta frase, o una parecida, se oyó a través de unos micrófonos no apagados que le decía Jordi Sevilla a Zapatero tras una de sus primeras intervenciones en materia de economía.

Me gustan los temas de economía, que estudié durante algunos años y casi practiqué en los varios también que estuve en los órganos de dirección de El Monte y Cajasol.

Sin embargo, confieso mi perplejidad, y requiero de esas intensísimas lecciones. No puedo entender la postura de la patronal en la mesa del dialogo social. Plantear la reforma laboral como la cuestión clave de la ruptura no me parece entendible.

En el país que tiene los mayores índices de empleo precario, temporal, eventual, basura (ya se que son redundancias) de Europa. En un país que en un año ha expulsado del mercado laboral (o sea, que ha mandado al paro, al desempleo, a la ruina) a casi un millón y medio (1.500.000) de personas. En un país que ve todos los días EREs (Que acrónimo más feo) en las empresas que más han ganado en los últimos años. Veamos el caso de Roca en Alcalá, al final habrá lucha sindical, negociación, no será exactamente como se ha publicado inicialmente, pero gente se quedará en la calle, sin duda alguna.

¿De verdad el problema de que no se contrate a personas para trabajar en España es por el problema de los empresarios de que el despido es caro, o difícil, o lento (que ninguna de las tres cosas es)?.

Yo entendería que las negociaciones se rompieran porque no haya suficientes mecanismos o dinero para que la formación profesional o la adaptación a las nuevas tecnologías sean eficaces y rentables.

O porque no se emprendan las reformas en el ICO para que deje de funcionar como una Administración (lenta y burocrática) y consiga que el dinero público llegue de verdad a las empresas y las familias. O sea, que si hay 10.000 millones de euros para préstamos, no sobre 9.000 millones porque no se han puesto en el mercado.

O porque entiendan que debe haber un mayor esfuerzo para incrementar las exportaciones españolas.

O porque requieran más ayudas reales para modernizar instalaciones, maquinarias y procesos industriales.

Pero, ¿de verdad el problema para invertir, para crear empleo, es la dificultad para despedir?.

Confieso mi ignorancia. O mi estupor. O mi cabreo. Algo.

Adios a la Subida al Veleta

O mejor dicho, hasta el año que viene. Porque en 2010 volveré a intentarlo.

Se ha cumplido el mal fario. A diez días de la meta, o sea, de la salida, una faringitis, derivada a bronquitis aguda, me va a impedir poner el broche a una larga preparación. Han sido seis meses trabajando, pateando cuestas en Oromana de día, o la Cuesta del Águila si era de noche. Tres subidas al Puerto mágico de Las Palomas (una por Zahara, otra por Grazalema y la tercera el doble puerto, o sea, subir por Zahara, bajar en coche a Benamahoma, subir al Boyar, bajar y volver a subir Las Palomas. Cansa hasta contarlo), más la durísima Media Maratón Sierra de Córdoba.

Pero no estoy triste. O, al menos, no demasiado. Que me quiten lo “bailao”. Merece la pena intentarlo, sacrificarse, buscar objetivos.

Y, encima, muy por encima, los amigos, los compañeros. Sublime. Magistral, como siempre, el Maestro Ventura, que sabía que no la iba a correr pero allí estaba enseñando. Insuperable mi Piña, que me llevará en sus riñones hasta arriba. Tendrá que hacer en solitario de Maestro. Él sabe y puede. Y que cojones los nuevos, los que van a probar por primera vez esa sensación mágica de subir a lo más alto de la Península. Pedro, Paco Cuevas, “Vieri”, Ángel, “Willy”, Andrés… Solo por el ratito del desayuno en Zahara, casi está uno pagado.

Así que nada, el tres de agosto a reiniciar los entrenamientos pensando en más objetivos. Este año, Del Rocío al Águila y, si se puede, repetir la Maratón de Nueva York.

Eso sí, nunca rendirse, nunca dejar que el desaliento te supere. Si caes, arriba de nuevo.

Lecciones de la historia

Desde hace algunos años (bastantes), me atrae mucho leer sobre la historia, tanto la muy pasada como la reciente. Lo hago tanto en ensayos como en novelas históricas o biografías. He descubierto, con el placer del lector, que nos da auténticas lecciones que, a veces, nos sirven para interpretar algunas claves de nuestro presente, y quizás de nuestro futuro.

Leí hace poco una novela llamada “El eunuco del Rey”, que contaba la historia de Sancho el Mayor, o mejor dicho, de sus descendientes, pues a él lo matan en la tercera página. Ahí explica como, en vez de consolidar las tierras que había conquistado al ”moro”, las repartió entre sus hijos y éstos se dedicaron a guerrear entre ellos, afirmando sus reinos en vez de tener objetivos comunes. Ya vemos.

Estoy suscrito también a algunas revistas mensuales de historia, que espero con ganas que lleguen a casa para devorarlas. En una de ellas, Historia y Vida, viene este mes el tema central dedicado a Luis XIV, el Rey Sol.

La lección principal es que ese gusto por el lujo, por el distanciamiento de la plebe, por la adoración al monarca, no era casual, sino una auténtica política de Estado. Se trataba de afianzar el Despotismo Ilustrado, ese de “todo para el pueblo pero sin el pueblo”. Se trataba de hacer que la figura del Rey fuera tan notable, tan brillante, tan absorbedora, tan deslumbrante, que nada surgiera a su sombra, que nadie lo cuestionara, que se elevara sobre todo y sobre todos.

Dice su autora, la historiadora Gloria Daganzo, que la moda cortesana no era una frivolidad. Su lenguaje, de gran carga simbólica, marcaba jerarquías. Solo la corte llegaba al Rey, sólo a ésta escuchaba el Rey, y sabía lo que sus nobles le contaban. Cierto era que estos nobles sobrevivían (muy bien, por cierto), sólo por su cercanía al Rey, de quien todo emanaba. Al caer éste, todos caían y eran olvidados.

Esa figura, con distintos nombres, llega hasta nuestros tiempos, y se manifiesta de distintas maneras pero con el mismo fin, el culto a la personalidad, a la adoración y a ser adorado. La propia historia nos enseña como estos modelos han fracasado en el largo plazo, y quienes los adoraban se convierten pronto en sus mayores críticos.

¡Cuántas lecciones nos da la historia!

El Senado de Alcalá

Acabo de leer en El Correo, a traves de internet, una noticia sobre el Senado de Alcalá. Recuerdo que, en mis últimos días como portavoz del Ayuntamiento, estuve en una televisión local de Sevilla (¿Onda Giralda?), defendiendo ese proyecto como un válido sistema de incrementar la participación de la ciudadanía. Entonces sólo era un proyecto teórico, sin concreción en cuanto a la composición, funciones, ni nada.

Hoy leo en el titular que han radiografiado los fallos en Alcalá. El cuerpo de la noticia luego aclara que ha tratado sobre carencias en materia cultural y patrimonial, y que sus ideas "pueden ser un complemento de las acciones iniciadas hace años por el Ayuntamiento". O sea, han acertado en su radiografía. ¿?

No consta en la noticia si han hablado de la situación económica (de Alcalá y de su Ayuntamiento), o del ambiente político local, o del momento del desempleo local y sus consecuencias, o de...

En fin, tranquilos, que de todo hay tiempo.

Pd: Esto de escribir es como comer pipas. Empiezas y ya no paras......... O sí.

Vacaciones

He vuelto a ser inconstante en este blog. Y ya ni siquiera mi amigo me riñe. La verdad es que las últimas semanas han sido trepidantes, sin descanso, aunque satisfactorias. Y he llegado a las vacaciones justito, justito. Mi último acto ha sido la recogida de la insignia de oro de la Federación de Baloncesto, muy reconfortante y emocionante por las palabras de mi hermano Gonzalo en la presentación.

Tan justo he llegado, que el primer día he agarrado una buena faringitis, que me ha dejado sin voz y sin poder hacer el último entrenamiento fuerte en montaña. Ya voy mejorando y el Veleta nos espera.

Hay mucho de lo que quisiera escribir, de la situación local de Alcalá, compleja a mi modo de ver. De la situación económica y su ¿salida?. Pero de todo hay tiempo.

Ahora, leo la tercera parte de Millenium (¡como engancha!), el libro "Los siete hábitos de la gente altamente efectiva", (A ver si mejoro mi productividad personal) y el precioso "Palabras de amor", de José Antonio Marina.

En cuanto recupere la forma, a seguir con mi opinión, personal, libre y pública.

Con todo respeto, puedo.

Los anónimos

Despues de demasiados días sin poder entrar en mi blog (aunque con muchos temas sobre los que opinar), me encuentro una serie de comentarios anónimos en mi última entrada. Me parecen muy bien. Bueno, muy bien, tampoco, nunca me gustaron los anónimos. Pero los respeto.

Ahora, que pretendan marcar qué debo o no debo hacer o decir, en función de intereses concretos, que pretenden desgastar a mi Partido a mi costa, parece demasiado atrevido. Calificarme en base a que haga o no haga lo que a alguno/s les pueda convenir, pues también.

Quién siga este blog, puede comprobar que escribo sobre lo qué pienso y cómo pienso. Y callo lo que quiero. El objetivo era dar mi opinión libre. Y, creo que también comprometida, no hay más que leerlos todos y sacar conclusiones.

¡Qué ya no son 21 años los que tengo!