sábado, 24 de enero de 2009

¿Y ahora qué?

Este texto que utilizo en el titular de la entrada es el lema que aparece en una pancarta que vi ayer en la puerta de la factoría alcalareña de Roca Radiadores. Los trabajadores empiezan una movilización porque la empresa ha planteado un expediente de regulación de empleos de caso 2.000 trabajadores.

Concretamente, el Diario de Sevilla del pasado día 20 de este mes titulaba una noticia con “Roca presenta otro ERE temporal para la fábrica de Alcalá de Guadaíra”, en la concretaba que este expediente afectaría a 358 trabajadores de nuestro pueblo.


Es un aspecto de la crisis económica, esa que no queríamos mencionar, que nos vuelve de bruces con la realidad. Ya no se trata de leer noticias de los escándalos de los bancos americanos o ingleses. Ya no es la estafa multimillonaria a los ricos de Sandoff. No. Ahora se trata de algo cercano, conocidos, amigos, que nos despiertan a esta realidad.

Después de leer cuantas ayudas millonarias para la banca, para las empresas, para los que tienen, uno se pregunta: ¿qué hicieron con las grandes cantidades que se ganaron en los tiempos de tanto crecimiento?, ¿Qué ocurrió con los beneficios y dividendos de cuando se vendía todo?

En la página web de Roca, aparece el siguiente texto: “En este periodo de extraordinario crecimiento, el Grupo sigue asumiendo la responsabilidad de administrar los valores que le representan en distintas realidades sociales, culturales y económicas.A partir del conocimiento acumulado durante años, se ha conseguido perfeccionar un sistema práctico y flexible de gestión de la imagen corporativa del Grupo. El objetivo es facilitar la percepción de los beneficios tangibles de producto y, cada vez más, enriquecer los elementos intangibles que permiten que Roca sea la marca preferida en su sector.” Pasmados. ¡Qué buenas intenciones! Esto es lo que actualmente, a día de hoy, viene en su página web.

No es un caso único. Hay muchos que, en épocas de vacas gordas han ganado lo que está fuera de nuestra imaginación, han comprado lo que nunca recorrerán ni a caballo, han cazado lo que nunca comerán. Pero, ahora, gente a la calle y ayudas públicas. ¿Es justo este sistema?, ¿es lógico que se den ayudas o prebendas públicas antes de que reinviertan lo que ganaron?

No podemos caer en la resignación, ni en el conformismo. La perversidad del sistema no puede desarmarnos. La crisis no puede recaer sobre los mismos de siempre, mientras los otros mismo de siempre acumulan y guardan.

domingo, 18 de enero de 2009

¿Existe Europa?

Este año, en el segundo domingo de junio, se celebrarán elecciones al Parlamento Europeo. Los dos partidos mayores en España, PSOE y PP, ya han elegido a sus cabeceras, con dos pesos pesados y ex - ministros al frente, Juan Fernando López Aguilar y Jaime Mayor Oreja.

No obstante, y con independencia del resultado, que seguro que tendrá repercusión en el ámbito interno del país, me parece interesante que empecemos ya a vislumbrar a cuánto ascenderá la abstención. Desde 1979, la participación en las elecciones al Parlamento Europeo ha bajado 16 puntos porcentuales de media, desde el 62 por ciento al 45,5 por ciento en los últimos comicios, celebrados en 2004. ¿A qué se debe esta aparente falta de interés de los votantes? ¿Por qué dejan que sean otros quienes decidan la composición de la Eurocámara?

Dos razones fundamentales creo yo que existen. La primera, el cada vez mayor convencimiento de que Europa, como tal Unión Europea, no existe salvo para generar normativas cada vez más confusas. Cierto que España, en su momento, consiguió un importante salto en sus infraestructuras y su red económica por la solidaridad europea, como ahora lo verán los recién incorporados países del Este. Aún vemos por nuestras carreteras, aeropuertos y puertos los carteles del FEDER, Fondo Social Europeo y demás fondos comunitarios.

Pero, en las circunstancias actuales, Europa no es capaz de mostrarse como unidad de fuerza, con voz única, clara y alta, como alternativa a los grandes polos políticos, que vuelven a ser los Estados Unidos y Rusia, así como los emergentes China, India o Brasil. Y fue lamentable la imagen cuando el estallido de la crisis financiera, pasando semanas y meses antes de que se pudiera ver algún atisbo de postura común, que luego se ha saltado cada país como ha querido.

O más recientemente, en la guerra (o mejor dicho, en la invasión y matanza por parte de Israel) de Gaza. Desfiles de políticos europeos, sin postura común, sin fuerza, sin alternativas creíbles. Sarkozy, Solana, Moratinos, Blair, en un grotesco desfile que termina con una tregua pactada entre Israel y Estados Unidos, puramente propagandística.

La segunda razón, de la que hablo casi cansinamente, es el desapego de los ciudadanos y ciudadanas por la Política, por la toma de decisiones que les afectan, de aburrimiento ante discursos vacíos y repetitivos. Y eso es más preocupante.

Hoy dice el Vicepresidente Segundo Solbes, en una entrevista en El País: “Vivimos en una situación insólita, vamos hacia algo muy excepcional”. Lo comparto plenamente. Esta semana, en un agradable y útil almuerzo, un buen político y mejor amigo decía que es el momento, ahora que no hay ni procesos internos abiertos en el seno del partido, ni listas electorales, de generar debates y propuestas de acción que contribuyan a dar respuestas desde la izquierda a esas cosas que nos debilitan, que nos descalifican. Es decir, no bajemos los brazos, tratemos entre muchos y muchas de cambiar las cosas, de no considerarlas inevitables. Que nos anticipemos a lo viene, que unamos voces y esfuerzos.

Actitudes cerriles, sectarias, de monopolio de poder en sentido restrictivo, agarrotamiento en los sillones, “peleillas de salón” que ahogan los verdaderos retos…..

Cuando somos capaces de poner sobre la mesa propuestas nuevas, ilusionantes, generadoras de ilusión y de cambio, la ciudadanía nos responde. Nos pasó en el año 2000 cuando el discurso fresco de Zapatero llevó a la calle conceptos que parecían de ruptura con el aburrimiento, como la renovación de cargos, la incompatibilidad de la acumulación en unos pocos, las primarias, las listas abiertas. La gente lo creyó y respondieron. Cuando hemos vuelto a los viejos sistemas, a los viejos clichés, la apatía, el desengaño y la pereza nos aborda.

Yo no estoy dispuesto a bajar los brazos. Creo que hay que profundizar en un debate sereno, de cambio, de ilusión, de ese proceso siempre inacabado de la renovación. Y me muestro disponible. Y no pasivo.

Los caminos de Alcalá

En varias ocasiones he hablado en este blog de los caminos de Alcalá, los tradicionales y los que se están haciendo nuevos. Mi afición a correrlos y a pasear por ellos hace que los respete, los admire y los disfrute.

Últimamente se está haciendo un esfuerzo sin precedente de arreglos de antiguos (camino del Bosque como gran ejemplo) y nuevos. Entre éstos, el camino desde el descansadero de Trujillo a San Juan, y su prolongación a Pablo de Olavide, o los nuevos en las márgenes de la circunvalación del Puente del Dragón.

Precisamente en los alrededores del Puente del Dragón, mediante el Convenio con la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, se están dotando unos espacios y carriles preciosos. De éstos quiero hoy hablar, para quejarme con pesar y temor.

Ayer, ya repuesto de mi bronquitis y aprovechando el bonito día que hizo tras tantos de fríos y nublados, di un paseo muy querido por mí, desde el puente a Torrondo, el camino de Los Ángeles hasta los molinos de Pelay Correa y volver por la orilla hasta la Retama, pasando por los eucaliptos frente al molino del Realaje.

Pero un riesgo tremendo se cierne sobre estos parajes. Un lugar pensado y diseñado para pasear, correr o montar en bicicleta (es decir, actividades compatibles entre ellas, pacíficas, tranquilas), se encuentra tomado por motos de cross, enduro y quads. Un verdadero peligro. Y un destrozo que ya es evidente en las laderas, que las lluvias multiplican por falta de la cobertura verde que los proteja.

Iba delante mía, al llegar cerca del Puente del Dragón, ya en la vuelta, una señora joven con un carrito. Tres veces tuvo que apartarse con miedo. Cuando llegué a su altura, me dijo: “¿Ha visto usted?, me cago en los muertos del….. (Que mas da de quien). No hay derecho”.

Por esos sitios se han puesto señales que prohíben el paso a motos y coches. Ni caso. En determinados sitios, bien elegidos, se han puesto travesaños que impiden el paso rodado. Pero alguien los ha quitado y alguien no los ha vuelto a poner. Muchos coches con destino al Campo de las Beatas, para no dar la vuelta por Los Chaparrejos, utilizan el camino de La Retama para llegar al Puente de Carlos III. Eso impide pasear tranquilamente y destroza lo ya hecho.
Por favor, que no nos pase como siempre, que rematamos mal lo que hacemos bien, o no mantenemos bien lo que inauguramos. Por el bien de todos. Y de todas.

Acompaño una foto de un quad atascado en el camino nuevo que se está haciendo de comunicación por la orilla izquierda entre el Puente del Dragón y el Molino del Realaje.

domingo, 11 de enero de 2009

Los referentes políticos.

Los que creemos en la Política, en su necesidad y su utilidad como el mejor sistema para gobernarnos, reconocemos la necesidad de tener referentes políticos, es decir, personas, hombres y mujeres, que inspiran confianza, que lideran proyectos, que generan ilusión. Son personas que no se fabrican, que surgen por sus cualidades personales, por el momento que viven.

Pero, sobre todo han de tener unas cualidades muy acentuadas y saber proyectarlas. Si no, pueden quedarse en blufs, en burbujas que escogen discursos bonitos y a veces brillantes, pero vacíos, repetidos, llenos de poses y lugares comunes.

Acabo de leer una entrevista a Barak Obama en El País de economía, larga y brillante. Casi toda centrada en la crisis económica, sus consecuencias y cómo frenarla y cambiarle la tendencia. Y lo que más me ha llamado la atención es el lenguaje que usa. Claro, directo, sin perífrasis. Y cuando no sabe o no puede dar una respuesta, lo dice. Pregunta: “¿Va a revocar inmediatamente los recortes fiscales del Presidente Bush?”. Respuesta. “La verdad es que no puedo darle una respuesta clara e inmediata a lo que plantea”.

Puede parecer una plamplina, pero puede que un político más de aquí hubiera contestado con una larguísima frase que al final no hubiera dicho nada. ¡En tantos cursos de oratoria política nos han enseñado en contestar sobre el tiempo que hace, nos hagan la pregunta que nos hagan!

Por eso, si queremos recuperar el prestigio de la política, su dignificación, junto a medidas de transparencia, honradez y dialogo, debemos incluir un nuevo lenguaje más directo, creíble, sincero. Y por tanto, menos presuntuoso, vacíos de contenido y llenos de pompa. No basta con ganar el aplauso de los nuestros, necesitamos convencer a los ciudadanos.

Y pongámonos manos a la obra, que se nos acaba el crédito, en forma de abstención y alternativas estrambóticas.

Soy un mal ciudadano

Sí. Lo reconozco y hago pública protestación de mis fallos. Defiendo, y siempre lo he hecho, que un buen ciudadano no es sólo el que paga sus impuestos y guarda medidas de urbanidad. El buen ciudadano participa, busca información, tiene criterios y los mantiene. Y yo no lo vengo haciendo últimamente.

Viene esta confesión a cuenta del tranvía de Alcalá. O, como le llaman algunos, el metro que nos llega. El otro día fui a ver a mi hermano, y vi la obra de la calle Sanlúcar la Mayor. Hasta entonces no me di cuenta, aunque algo había oído, que en esa parte de Alcalá, la más poblada, quizás en un punto de los que más tráfico confluye en Alcalá, el tranvía va por la superficie. Es decir, por medio de la calle. Es decir, dividiendo la calle.

Y lo peor es que no estoy seguro, primero, de si es así realmente. Segundo, de las razones de esa barbaridad, si es así realmente. Y tercero, de si se ha informado y debatido este tema suficientemente.

Porque si así, no entiendo, como en el siglo XXI, podemos volver a esas soluciones, cuando tanto se ha invertido donde había vías superficiales en soterrarlas, elevarlas o eliminarlas. Cuando tanto se critica el tranvía de Sevilla porque atraviesa zonas peatonales en superficie.

Por eso, para tratar de ser mejor ciudadano, para tener opinión bien fundada y poder expresarla y defenderla, en esta semana me pasaré por el kiosco de información que hay en la Avenida de la Constitución y me enteraré de todas estas cuestiones que tengo dudosas.

Y luego daré mi opinión y la defenderé. Aunque pierda. Aunque sea minoritaria. Incluso si está equivocada, aunque en este caso, reconoceré mi error si me lo demuestran o me convencen.

miércoles, 7 de enero de 2009

¿Y la corbata de Rajoy?

¿Se han fijado ustedes en la corbata que llevaba Mariano Rajoy en la recepción de la Pascua Militar, en el Palacio de La Zarzuela? A mi me parece inadmisible, fuera de tono, aunque fuera bien conjuntada con los calcetines.

¿Cómo que no se han fijado? ¿Qué no la recuerdan? Pero bueno… Más inadmisible aún.

Sin embargo, todos los medios se han fijado en el traje de la Ministra de Defensa, Carme Chacón. De nada le ha valido que se constatara que el servicio de Protocolo de la Casa Real le diera el visto bueno. De nada sirve que ella no fuera invitada, sino “protagonista”, como lo han sido todos los ministros de Defensa en estos actos. Todos con sus discursos. Todos con sus trajes. Todos…

Claro, quizás ese sea el problema. No el traje de la Ministra. La Ministra. Ella. En sí misma. Y si además es mujer y socialista, pues, caña. Portada, foto y, en algunos, hasta editoriales.

Pero claro, esto no es machismo. Es como el que dice que los negros y los gitanos…pero ¡yo no soy racista, eh!

¡Qué país!

lunes, 5 de enero de 2009

NO A LA GUERRA, QUE ES MUY PERRA

Así decía el estribillo de una canción de Las Niñas. Ojú se llamaba la canción, y fue vetada en Televisión Española en tiempos de Aznar.

Y así debemos decir todos, una vez más. Nos están inundando con valoraciones dispares del porqué, del cómo y del cuándo de la guerra de Palestina, de la franja de Gaza. Las guerras ahora se cuentan en directo, para poder manipularlas mejor.

Nos han tenido algunos días esperando la invasión, tras los bombardeos. Nos cuentan que Hamas hace el juego a los extremistas y fundamentalistas. Nos llega que Israel vuelve a aplicar la Ley de Talión, “ojo por ojo, diente por diente”, pero multiplicado por quinientos. Tu matas uno mío, yo mato quinientos tuyos. Como si se pudiera sumar, restar, multiplicar o dividir vidas. O muertes.

¿Cómo es posible que el Consejo de Seguridad de la ONU no pueda ponerse de acuerdo ni siquiera para pedir el alto el fuego?, ¿Cómo se puede hablar de ganar tiempo para que Israel termine su labor de “limpieza”?, ¿Cómo puede haber tanto silencio complice?, ¿Cómo podemos acostumbrarnos a esas noticias, a esas imágenes, a esas cifras?.

Hace años, frente a estas barbaridades, se producían manifestaciones masivas. Ahora, sólo unos pocos salen a las calles. Otra forma, bastante cómoda, de manifestarse es inundar el espacio virtual de protestas. Mi granito de arena.

Como decía Edmund Burke, “para que triunfe el mal, basta con que los hombres (y las mujeres) de bien no hagan nada”.

Pues eso.

Decimos no,
no a la guerra
que la guerra es mu perra
y si nadie nos quiere echá cuenta,
que mira que la peña
está que revienta
desde Madrid a París
desde Cai a Pekín
la gente en las calles dice que no,
que no,
no a la guerra
que la guerra es mu perra

domingo, 4 de enero de 2009

El año nuevo

Hemos dejado atrás el 2008 y hemos entrado ya en el 2009, un año que se presenta lleno de retos y desafíos globales. Y también personales.

Son unos días propicios para hacer revisiones sobre lo que somos y lo que queremos ser. Es época de formularse propósitos para el año nuevo, confiando en que nuestra fuerza de voluntad, nuestra determinación personal, nos ayudará a cumplir esos deseos. Quizás no se trate de una lista para los Reyes Magos, pero a mí me gusta escribirla y revisarla de vez en cuando. ¡Tantas veces me propuse dejar de fumar, o empezar a hacer ejercicio de forma regular!

Si hay que plantearse un objetivo global, genérico, el mio es, sin duda, tratar de ser feliz. Y hacer felices a quienes quiero. Dicen que la felicidad no existe como meta, sino como camino. Pues yo quiero buscarla y recorrer ese camino. Y eso se hace con muchas otras propuestas y empeños. Unas pequeñas y otras mayores. Pero las resumo.

Quiero ser mejor amigo de mis amigos, cuidarlos, estar más pendiente de ellos y ellas.

Quiero seguir teniendo hambre de aprender, de conocer, de experimentar, de saber cuánto me queda aún por saber… Como dijo Kant, sapere aude.

Quiero seguir siendo crítico y haciendo mis críticas. No quiero ser conformista ni acomodaticio, ni como aquellos que dicen “sí, bwana” por delante y “fusilan” por detrás. Y quiero serlo conmigo mismo, con mi pueblo, en mi Partido, en lo que quiero y aprecio.

No quiero ser indiferente a lo que pasa. Ni en Oriente Medio ni en las barriadas de mi pueblo. Quiero tener y usar mi conciencia, tener y formar opinión, influir en que las cosas sean de otra manera.

Quiero seguir siendo feliz en mi trabajo y superarme cada día, ser más eficiente, más participativo, mejor gestor.

Quiero seguir con mis aficiones, con mis carreras, con la montaña, con la lectura, descubriendo músicas, gozando con mis paseos.

Y quiero ser feliz. ¿O eso lo he dicho ya?