Hoy se ha celebrado la III Concentración Motera en Alcalá de Guadaíra, organizada por la Banda del Moco, simpático club de nuestra Ciudad, en cuyos inicios estuve por invitación de mis buenos amigos y compañeros Manolo Hermosín (el peluquero, la única persona a la que consciente le permito que me tome el pelo) y Eduardo Gutiérrez, el “maestro de la Villa”.
Ha sido un nuevo éxito de la llamada sociedad civil. No es fácil organizar a casi 500 motos, casi mil personas, con estancia en la caseta municipal. Superan año a año lo conseguido el anterior.
Se ha dado una vuelta por la Ciudad. Era impresionante ver a tantas motos, tan distintas. Chicas y grandes. Y muy, muy grandes, como la famosa Honda Goldwin. Honda, Yamaha, Ducati, Suzuki, Harley, Shadows. Marcas y modelos tan variados. Yo iba con mi modesta y cómoda Honda Two Firty. Llamaban la atención “el tipo”, que dicen los carnavalescos, de algunos. Pura parafernalia motera. “Chupas” completas de pegatinas, de escudos, de pins, de muchas concentraciones acumuladas.
Las viejas películas americanas dos han dado una falsa imagen de esta afición. Sorprende el respeto, el orden, todos con sus cascos, el amor por su “maquina” y por las demás.
Ahora que el Ayuntamiento emprende otra campaña para el uso de los cascos en la moto, ha venido muy bien, aprender que el que ama las motos, no sale sin su casco.
Un 10 para ellos. Y dos fotos que he sacado con el móvil.
Ha sido un nuevo éxito de la llamada sociedad civil. No es fácil organizar a casi 500 motos, casi mil personas, con estancia en la caseta municipal. Superan año a año lo conseguido el anterior.
Se ha dado una vuelta por la Ciudad. Era impresionante ver a tantas motos, tan distintas. Chicas y grandes. Y muy, muy grandes, como la famosa Honda Goldwin. Honda, Yamaha, Ducati, Suzuki, Harley, Shadows. Marcas y modelos tan variados. Yo iba con mi modesta y cómoda Honda Two Firty. Llamaban la atención “el tipo”, que dicen los carnavalescos, de algunos. Pura parafernalia motera. “Chupas” completas de pegatinas, de escudos, de pins, de muchas concentraciones acumuladas.
Las viejas películas americanas dos han dado una falsa imagen de esta afición. Sorprende el respeto, el orden, todos con sus cascos, el amor por su “maquina” y por las demás.
Ahora que el Ayuntamiento emprende otra campaña para el uso de los cascos en la moto, ha venido muy bien, aprender que el que ama las motos, no sale sin su casco.
Un 10 para ellos. Y dos fotos que he sacado con el móvil.
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