viernes, 11 de septiembre de 2009

11 de septiembre


Hoy es uno de esos días recordados por diversas circunstancias. Por la Diada catalana, que además se celebra en un contexto polémico con el Estatuto nuevo y la sentencia pendiente del Tribunal Constitucional, que, sea cual sea, abrirá un nuevo escenario.

Por el 11-S de 2001, el atentado de las Torres Gemelas, que no solo supuso un terrorífico crimen masivo, sino el inicio de un periodo de miedo, incertidumbre, guerras no acabadas y aún más sangrientas.

Pero yo quiero recordarlo por otra circunstancia, que antes las gentes de izquierdas celebrábamos. El 11 de septiembre de 1973 fue el golpe militar chileno, que acabó con la vida de Salvador Allende, presidente socialista elegido democráticamente. Dio comienzo una época negra en Chile, una dictadura sangrienta, con Pinochet a la cabeza.

No sabemos a qué hubiera conducido el mandato de Allende. Nunca se pueden hacer suposiciones de ese tipo. Pero es una realidad constatable que, en aquella época, representaba una ilusión de libertad en un subcontinente condenado a las dictaduras. Florecía ese ambiente de alegría, de dificultades pero con esperanza colectiva.

Ese día quisieron matar a la utopía. Ese mundo idealizado, que recreaba Tomas Moro, y en el que muchos, y me incluyo plenamente, creemos. Y no sólo creemos con fe, sino con espíritu de lucha, de conseguirlo, en el convencimiento de que sólo buscando la utopía conseguiremos lo máximo.

Recuerdo, no con nostalgia, solo lo tengo presente, cuando en Alcalá el PSOE celebraba ese día, con poesías (recuerdo al desaparecido Alberto Fernández Bañuls recitando a Neruda “Me gustas cuando callas/ porque estás como ausente….”), con charlas, con películas, con alegría y compañerismo. Libertad, nunca del todo conquistada.

No dejemos que nos roben la utopía. Es nuestra, de cada uno, de cada una, de todos y todas.

1 comentario:

tutitoertiti dijo...

Compadre, te inserto el corto que, en el 2003 (11 de septiembre) me publicaron en El País...
11 de Septiembre

Un año más, un negro aniversario. No puedo olvidar aquel brutal ataque a un sistema democrático. Sangre, mucha sangre, derramada con frialdad por quienes no compartían el poder legítimo. Miles de muertos, muertos con el apoyo de alguien que tenía mucho dinero. No puedo olvidar ningún 11 de septiembre. Lo sigo recordando, aunque hayan pasado 30 años…