sábado, 26 de julio de 2008

Un nuevo ciclo político

La reunión última entre José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy tiene, a mi juicio, más valor a largo plazo que su evidente utilidad a corto. Creo que simboliza la apertura de un nuevo ciclo (si se quiere, microciclo) político, a la que los que a esto se dedican, deberán prestar mucho atención.

Tras las últimas elecciones generales, los dos grandes partidos en España han cambiado, profundamente. Quizás más de lo que parece a simple vista.

Por un lado los actores. El Partido Popular, tras un periodo congresual conflictivo, ha llevado a cabo una renovación que va más allá de las personas. Ya no están Zaplana, ni Acebes, ni Astarloa, ni ninguna otra sombra de Aznar, quizás salvo Trillo y Arenas. Nuevas personas, nuevos estilos, nuevos mensajes, se han impuesto, aún con resistencia. Ahora son Soraya Saenz, Dolores Cospedal y Esteban González Pons

También en el PSOE, aunque aquí sin conflictividad, casi con sumisión. Ya no están algunos de los protagonistas principales de la renovación del año 2000, de los impulsores del “zapaterismo”. Ni Jordi Sevilla, ni Juan Fernando López Aguilar, ni Jesús Caldera. Solo sigue de aquel grupo José Blanco. Ahora están José Antonio Alonso, Leire Pajín y otros/as.

Pero también en las estrategias cambia el panorama. Reclamábamos que el PP abandonará la “estrategia de la crispación” y lo han hecho. Ya no hay confrontación por el terrorismo. Bien. Ya está juzgado por el Supremo el 11-M. Bien. Ya parece que hay acuerdo en la renovación de los órganos de la Justicia, CGPJ y Constitucional. Bien.

La coyuntura también es radicalmente distinta. De crecimiento sin fin, de creación de empleo continua, de construcción sin límites, hemos pasado a desempleo en crecimiento, a parálisis productiva, a planes de austeridad en el gasto público.

Ahora, espero, ha llegado el tiempo de la Política. Las diferencias están en la economía, y eso es la Política con mayúsculas. Porque si que hay, y tiene que haber, diferencias. No se resuelve igual una crisis desde la ideología liberal-conservadora que desde la socialdemocracia. Y ya reconocemos que hay crisis, en buena hora. José Antonio Griñán, Vicepresidente Segundo y Consejero de Economía y Hacienda, ha sido uno de los primeros en mentar la “bicha”, siguiendo con su largo ejercicio de claridad y honestidad. (Por cierto, si se quiere entender lo de las balanzas fiscales, no perderse el artículo de El País.).

Ahora, si es así como yo lo creo, llega el tiempo de la pedagogía política. De explicar a los ciudadanos, y no limitarse a despotricar del adversario. Razonar qué hacemos y porqué lo hacemos, no hablar del pasado del “otro”. Ya no basta con el carisma, con la propaganda. Ahora, hay que demostrar capacidad de gestión.

Quizás eso haga que también cambie el macrociclo político, aquel que hace que los ciudadanos cada vez se sientan más lejano de la política que hacen sus políticos y ni siquiera vayan a votar. Y si no….

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