lunes, 21 de julio de 2008

Ha muerto Barnabé Sánchez

No quiero convertir estas páginas en un obituario, pero determinadas desapariciones de personas con las que me han unido lazos especiales no puedo dejarlas sin comentar, si quiero de verdad que estas páginas reflejen mi pensamiento y/o mis sentimientos.

Ha muerto Bernabé Sánchez, “el cura”, para muchos. Entró ya como sacerdote (había estado antes de serlo) en el colegio Salesiano justo el mismo año que yo, 1970. Yo no había cumplido los diez años y entraba con una beca del entonces P.I.O. (que no se que significa, pero me pagaba el colegio). Nunca me dio clase, pues el era el Jefe de Estudios de la EGB y yo hacía bachiller.

Sí le daba clase a mis amigos de pandilla (Manolo “el potranca”, Carlos “el pato, Gonzalo “el gato”, los hermanos Cordero, Juan Carlos Ortiz, Rodrigo y Manolo Trinidad, y otros más) y eso me hizo conocerlo y vivirlo.

Con todos esos chavales hizo una labor que debemos reconocer. En el Movimiento Júnior nos enseñó a pensar y analizar con el “método”, a ser autocríticos, a revisar nuestras actuaciones.

Luego, impulsó el CUPO –Centro Juvenil de Cultura Popular- en los bajos de los Salesianos (hoy la Taberna de Mario), donde, con escasos 14 y 15 años vivimos la transición desde dentro. Esas exposiciones de libros semi-prohibidos, la presentación de los sindicatos (Manolo Hermosín por UGT, José Jara por CCOO, Villalba por USO), seminarios, charlas, mesas redondas. Nos dio una visión de esos cambios que cada uno aprovechó como pudo, pero siempre críticamente. Hace muy pocos días volvimos a hablar de reunir a todos los del CUPO, para ver donde estábamos cada uno y reconstruir esa historia. Me dijo que tenía bastantes papeles de aquella época, incluida la fundación en Villa Giralda.

Coincidí luego con él en la segunda Corporación Municipal, con Manolo Hermosín de Alcalde.

Hay gente que te deja huella de verdad, profunda, que te marcan como persona. Lástima que siempre lo reconozcamos cuando ya no tiene importancia porque nos falta esa persona. O quizás sí la tenga, y nunca sea tarde, porque los recuerdos y las enseñanzas nunca mueren ni se gastan. Resisten el tiempo, la distancia, incluso la muerte.

Descansa en paz.

1 comentario:

Enrique Baltanás dijo...

A mí me ha impactado mucho esta triste noticia, que no me esperaba para nada. Verdaderamente BS ha sido una persona muy importante en Alcalá, una de esas que dejan huella. El curso pasado me habló (con el entusiasmo que le caracterizaba) de un proyecto en el que quería que yo le ayudase: la edición facsimil y comentada de la historia de Alcalá de Pedro León Serrano. Me extrañó que en los últimos meses no me llamara para hablar del tema. Pero yo no podía ni imaginarme el motivo. Alcalá, creo yo, le debe algún tipo de homenaje
En fin, descanse en paz nuestro querido amigo.