sábado, 28 de agosto de 2010

La Tercera de ABC y el mercado de trabajo.

La Tercera de ABC es, como su nombre indica, la tercera página del periódico, que suscribe siempre alguna persona relevante en algún aspecto. Aunque no soy lector asiduo de este diario (sí de sus titulares, las obligaciones mandan), me gusta leerla cuando cae en mis manos, porque suelen ser buenas.

Ayer escribía Francisco Aranda Manzano, Presidente de la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal. Su título, “Un mercado de trabajo competitivo”. Me pareció un excelente artículo, salvo un detalle significativo: no comparto nada de lo que dice. Absolutamente nada. Pregunta, entonces, ¿por qué te parece un excelente artículo? Pues porque creo que describe con mucha claridad, muy bien escrito, con palabras y argumentos muy bien trenzados, lo que quiere la derecha y las grandes empresas que sea la reforma laboral. Es decir, eso que llama un mercado competitivo, que no es sino darle todas las ventajas al empleador y toda la desprotección al empleado. Así, sin más. Eso sí, con claridad y buenas maneras, lo que lo hace infinitamente más peligroso.

No reproduciré el artículo entero (en el título viene el enlace) Sólo algunos párrafos, y mis comentarios, en cursiva.

“…Hay que abordar básicamente en cuatro conceptos: contratación, intermediación, flexibilidad interna de las empresas y negociación colectiva.” Su declaración de intenciones.
“…En materia de contratación es necesario facilitar a la empresa tanto la entrada como la salida de los trabajadores…”. Es decir, despido más libre y barato aún.
“…hay que reforzar la red de seguridad de la intermediación laboral utilizando los operadores públicos y privados…”. Privatizar los servicios de empleo y extender las empresas de trabajo temporal, súmmum de la precarización laboral. Bueno, es su negocio, claro...
“…Es necesario incrementar la flexibilidad interna de la relación laboral dotando a las empresas de las herramientas que les permitan tomar decisiones para adaptarse con facilidad a las cambiantes necesidades del mercado, sin tener que recurrir a la dramática decisión del despido…”. Una de las mejores definiciones de precariedad laboral que he leído en mi vida. Flexibilidad, en este caso, es sinónimo de me haces falta, dentro; no me haces falta, a la calle.
“…La negociación colectiva exige de una modernización apabullante. No puede suceder que algunos convenios sean obstáculos insalvables de reorganización y flexibilidad empresarial. Deben poderse flexibilizar las relaciones laborales de una empresa antes que provocar su desaparición. (No hay nada más antisocial).” Más claro, el agua limpia. Los convenios a nivel de empresa y con posibilidad de descuelgue. Si no, desaparición y todos a la calle. Adiós fortaleza sindical, solidaridad, en definitiva, adiós negociación. Esto, o a la calle.

Bien, podrá compartirse o no. Pero deja claro que quiere. De otros (de nosotros) depende que se salgan con la suya en todo o no.

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