Hay muchas razones para estar orgullosos de nuestra condición de andaluces y andaluzas. Para estarlo y mostrarlo.
A nadie que siga este espacio le sorprenderá mi admiración política por el Presidente Obama. No por sus políticas, que aún no conocemos, sino por su capacidad de liderazgo, de generar ilusión y confianza, consenso y unidad, por su capacidad de expresarse en términos que entienden y comparten los ciudadanos.
Cuando hoy leo que ha firmado, con todo tipo de alardes, la reanudación de la investigación con células madres embrionarias, no puedo evitar un cierto estremecimiento de orgullo. Los andaluces, aún con críticas de los sectores más reaccionarios, ya lo estamos haciendo, en posición de liderazgo.
A nadie que siga este espacio le sorprenderá mi admiración política por el Presidente Obama. No por sus políticas, que aún no conocemos, sino por su capacidad de liderazgo, de generar ilusión y confianza, consenso y unidad, por su capacidad de expresarse en términos que entienden y comparten los ciudadanos.
Cuando hoy leo que ha firmado, con todo tipo de alardes, la reanudación de la investigación con células madres embrionarias, no puedo evitar un cierto estremecimiento de orgullo. Los andaluces, aún con críticas de los sectores más reaccionarios, ya lo estamos haciendo, en posición de liderazgo.
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