domingo, 9 de mayo de 2010

Recuerdos.

Hay veces que un detalle, un sonido, una lectura, nos hace aflorar recuerdos como si los tuviéramos escondidos, sin saber donde, y de buenas a primeras los encontráramos. En ese momento, parece como si los reviviéramos, tan cercanos, con tanta exactitud, quizás deformada, pero nuestra.

Ayer tuve esa sensación. Leyendo el suplemento de libros de El País, Babelia, vi una entrevista a Francisco González Ledema. Ese nombre no me decía nada, hasta que leí que su seudónimo era Silver Kane, autor de novelas del Oeste. En ese momento, recordé a mi padre, Curro, siempre leyéndolas, en el sofá, en la playa, en el campo, en esos domingos de primavera.

Silver kane, Keigt Luger, y, sobre todo, Marcial Lafuente Estefanía. Ver a mi padre siempre leyendo me hizo adquirir ese bendito hábito, hasta convertirme en el lector compulsivo que hoy soy. Recuerdo que empecé a leerlas viéndolo. Eso hizo que me mandara a cambiarlas (nuevas por nuevas, usadas por usadas), a la calle Gandul, o en Rota a la calle Mina. Me encantaba ir, y memorizaba los títulos.

Así aprendí también a leer rápido. Hacía “carreras” conmigo mismo, a ver cuánto tardaba en leer una novela. Llegué a hacerlo en menos de 50 minutos. Luego he aprendido el placer de la lectura lenta, releyendo, subrayando. Pero, cuando lo necesito, me vuelve esa habilidad de la rápida lectura.

Eso me reafirma en que somos lo que aprendemos, lo que vivimos, pero, sobre todo a esa edad (ocho a doce años), somos lo que vemos, y yo vi cosas buenas en mi casa. Otra cosa es que yo lo sea, que siempre depende de momentos y de percepciones de los demás-

Ahí va una foto del Curro, mi sobri Laura y mi nieta, tomada sin permiso del Album de Laura.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Querido tito,
He tenido que esperar unos minutos, mientras limpiaba las lágrimas que recorrían mis mejillas, para poder escribirte estas palabritas.
Me han emocionado mucho las palabras dedicadas al abuelo.
Yo también pienso que nos dejó grandes valores a todos los que tuvimos la suerte de estar cerca de él.
Era un hombre muy especial en todos los sentidos, que puedo decir yo si para mi lo era TODO y con sólo pensar en él me brillan los ojos, y te puedo asegurar que siempre ha estado muy orgullo de "SU KIKO", cómo él te decía...
Un beso.
Laura.

Anónimo dijo...

PRECIOSA ENTRADA.
YO, QUE ME CONSIDERO (Y CON MUCHO ORGULLO ADEMÁS) MUY "PADRERO" Y MUY "MADRERO", PIENSO QUE DEBEMOS TENER PRESENTES A NUESTROS MAYORES EN TODAS Y CADA UNA DE LAS ACCIONES QUE CONFORMAN NUESTRA VIDA COTIDIANA. SU EJEMPLO NOS AHORRARÁ MUCHOS PROBLEMAS Y NOS ALLANARÁ EL CAMINO DEL TRIUNFO.

PRECISAMENTE LA ÚLTIMA ENTRADA DE MI BLOG ESTÁ DEDICADA A MIS PAPIS

UN CORDIAL SALUDO Y ENHORABUENA