viernes, 12 de junio de 2009

Más análisis de las elecciones

No ha pasado una semana aún de las elecciones europeas, y seguimos leyendo y oyendo distintos análisis de sus resultados, haciendo malabarismo intelectual para justificar unos y otros cómo queda su formación. Hay quienes hacen extrapolaciones exactas, del tipo de “si están fueran municipales, entonces….”, sin tener en cuenta que cada elección, y ésta de forma muy especial, tiene sus propios mecanismos y motivaciones.

Otra cosa es que se hagan análisis con los datos, con las tendencias, que se mire si los mensajes puestos en la escena eran los correctos, si se ha acertado en la estrategia mediática, y cosas similares.

Por ejemplo, la abstención. Cuando se aventurada un crecimiento espectacular de la misma, no se ha producido. Ha sido muy similar a la resultante en las elecciones europeas de hace cinco años. Incluso en Alcalá, que coincidía con la feria, la participación ha sido alta en comparación con la esperada. Prácticamente igual a la de 2004. Algún compañero me aventuró bajar del 25 % de participación. Sí hemos oído un argumento que me asusta. Dicen “es que la derecha sí se ha movilizado, y los nuestros se quedan en casa” Y, además, en tono justificativos.

En la revista de la Fundación Sistema, viene una aportación de Eduardo Sotillos, que, entre otras cosas, dice lo siguiente: “Algo hemos hecho mal en la izquierda para que la movilización de la derecha no se haya producido con la misma intensidad en nuestras filas y para que hoy sigamos admitiendo como un efecto incontrolable de la naturaleza que nuestros votantes necesitan un impulso suplementario o vivir una emergencia. Algo hacemos mal cuando nos precipitamos a explicar las razones de un mal resultado electoral sin haber tenido tiempo para realizar un análisis en profundidad, con datos post-electorales contrastados, moviéndonos entre la exculpación y la intuición.”. Lo comparto plenamente, incluso en Alcalá.

Otra cuestión a analizar es el fenómeno UPyD. En el estrato nacional y en el local. En Alcalá, casi sin estructura, con sólo unos pocos nombres conocidos, ha sacado 629, un 3’58 %. Supera al Partido Andalucista. Es evidente que es únicamente por el efecto nacional. Pero no vale quedarse ahí. El mecanismo es distinto, o al menos , yo lo veo así.

En Alcalá, la estructura del PSOE, su trama social, es muy fuerte y estable. Sólida. Izquierda Unida, tras sus avatares recientes (y no tan recientes), no parece alternativa ya ni para quienes se consideran a la izquierda del PSOE. El Partido Andalucista, por su estado en Andalucía y también por los propios alcalareños, parece condenado a la desaparición. No es lo que yo desearía, pero parece imparable su caída. Y el Partido Popular, que crece, lo hace a un ritmo tan lento, que necesitará muchos años para llegar a ser alternativa real. Frente a éste mapa, muchas personas han optado por la abstención.

No parece descartable, si UPyD en Alcalá se hace de algunos nombres, de reflejo ideológico débil y no excluyente y de una acción consistente y coherente, que parte de esa abstención encuentre un refugio cómodo que le haga salir de su casa el día D y buscar un revulsivo para la política local.
El tiempo, los acontecimientos y los movimientos nos permitirán ir viendo qué análisis resultan más correctos. Y siempre existirán los que recurran a las justificaciones, loas y alabanzas. Allá cada cual.

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