domingo, 21 de junio de 2009

Emociones

Sí. Afortunadamente, seguimos teniendo emociones. Sigue habiendo cosas, situaciones, momentos que nos emocionan. Que hacen que broten las lágrimas sin querer. Que se pongan los vellos de punta. Que hagan incluso que nos excusemos. Sí, me ha emocionado.

Ayer, venía de Sevilla de compras y escuché a Paca Hernández. La viuda de Eduardo Puelles. Asesinado por ETA. La escuché decir, con una voz rota pero fuerte., emocionada pero convencida. “Sólo habéis conseguido dos huérfanos y una viuda. No conseguiréis nada más”. “No me veréis llorar. Lloraré en mi casa, pero ustedes no me veréis”. “En este país hay mucha gente decente”. Y el final. “Viva el País Vasco”. Joderos, etarras. Joderos, cobardes. Una viuda, con sus dos hijos huérfanos, os reta, cara a cara.

Y el Lendakari. Patxi López. Lo conozco personalmente. Estuve con él de copas por Sevilla. Y no se podía creer nuestra suerte, nuestra libertad, nuestra alegría. Venía con Rodolfo Ares, hoy Consejero de Interior de Euskadi. Cada uno en su coche. Con tres escoltas cada uno. Y, en el barrio de Santa Cruz, en sus baretos, les dije que se fueran tranquilos, que no eran necesarios. Al día siguiente, moderé una charla de Patxi. Un privilegio, de tantos que he tenido en mi vida.

Y ayer fue muy claro. Valiente. Lehendakari de todos los que quieran convivir. “Uno de los nuestros ha muerto”. Y no ha sido uno más. Ha servido de mucho. Servirá. Y lo veremos.

Una semana en la que he tenido que callar tantas cosas en mi pueblo, porque no son políticamente correctas y hay que callarse. En la que veo como nos acomodamos. Como todo lo explicamos y nos quedamos satisfechos.

Por eso, por todo eso, vivan las emociones. Y la capacidad de seguir emocionándonos.

1 comentario:

tutitoertiti dijo...

Compadre:Suscribo totalmente tus reflexiones sobre la última canallada de Eta. Pro no entiendo a qué te refieres con "tener quecallar cosas de Alcalá". Si Eta no nos calla, ¿quién nos puede hacer callar?