HOMBRES POR LA IGUALDAD

El hecho de que el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, haya coincidido con la jornada de reflexión de las elecciones pasadas, junto al terrible impacto del asesinato de Isaias, ha supuesto una gran invisibilidad de dicha conmemoración.

Sin embargo, este año había motivos más que sobrados para convertirlo en una jornada significativa. Motivos positivos y negativos. Positivos por la nueva legislación, tanto estatal como autónomica, que, aunque recurrida por el Partido Popular (y ya fallada a nivel español y mantenida en Andalucía), va a suponer, sin duda, un avance en la ardua tarea de la igualdad. Negativa, sobre todo, por la insoportable permanencia de la violencia machista y por las dificultades aún presentes para una efectiva paridad real en todos los niveles.

Aunque se nos llene la boca de hablar de igualdad, permanecen en todos los ámbitos situaciones reales de discriminación, en la ocupación efectiva de cargos, en la equiparación de salarios, en el uso del lenguaje sexista. Ejemplos miles. Desde la discriminación, abierta o sutil, a las mujeres (porque hombres hay muy pocos) que solicitan la jornada reducida para atender a sus hijos, a la ocupación de puestos de responsabilidad al máximo nivel. Recuerdo, cuando tenía la responsabilidad de la campaña electoral socialista a nivel provincial, las dificultades para montar los carteles de los actos más relevantes. Porque si tenía que hablar el Presidente del Gobierno, el Presidente de la Junta, el Secretario General y el Alcalde, todos eran hombres.

Todos y todas estamos convencidos, o al menos eso decimos, de que la incorporación plena y efectiva de las mujeres a las tareas de decisión, de dirección, producirá un notable efecto de enriquecimiento cualitativo y cuantitativo; sin embargo, los hechos reales son escasos. Al final, termina--mos decidiendo los hombres.

Por eso, abogo por la extensión de movimientos y plataformas de Hombres por la Igualdad. No para acompañarlas en sus reivindicaciones, sino para encabezarlas, para implicarnos, para que sea irrebatible el avance. Ya hay algunas experiencias muy recomendables.

En Alcalá podemos hacerlo también. Tenemos que hacerlo. manos a la obra. YA.