Razones de trabajo (se celebra en nuestras instalaciones de Cartuja el Mundial de Padel de Menores) me han impedido ir a la manifestación de ayer en apoyo a los trabajadores de Roca. Segú leo y me cuentan, fue un éxito. En torno a cinco mil participantes, en estos momentos, demuestra una buena capacidad de movilización.
Espero y deseo que sirva para la buena causa de mostrar nuestro rechazo a los despidos ahora, cuando bien se repartieron dividendos en épocas de vacas gordas.
Espero y deseo que sea el inicio de un despertar de esa especia de adormecimiento civil en que nos ha sumido, primero el falso esplendor de la burbuja monetaria y luego la resignación ante una crisis que parece inevitable.
Una sociedad civil y política viva y activa es un síntoma de mejora, de reivindicación. Aunque para algunos sea incomoda, y prefieren el silencio, no los dejemos ganar.
Roca no debe cerrarse. O vendrán muchos cierres más detrás.
domingo, 18 de octubre de 2009
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