lunes, 31 de agosto de 2009

Desde Londres


He aprovechado el último fin de semana de agosto para visitar a mi hijo Pablo (y a Dani que está hasta el lunes con él). Después de dos años en París, trabajando en Disneyland, ha decidido irse una temporada a Londres, luego la excusa para conocer esa ciudad es perfecta.

Lo cierto es que en quince días ha encontrado trabajo, de recepcionista en un hotel céntrico. Digan lo que digan, estamos ante la generación más preparada de la historia, siempre comparándola con las anteriores. Y es una envidia sana su atrevimiento a descubrir mundos, a convivir, a probar nuevas aventuras.

Parecerá un tópico, pero nos ha recibido lloviendo. Encapotado y chaparrones puntuales. Como todas las ciudades de ese calibre (París, Roma, …), Londres impresiona. Organizada, multicultural, masiva, extrovertida. Monumental, llena de historia.

El tabaco a ocho euros el paquete y la entrada en la Nacional Gallery, gratuita. No soy experto en pintura, pero ver tan de cerca a los Van Gogh, Picasso, Monet, Velázquez, Rembrandt, es un privilegio.

En fin, ya contaré algunas impresiones más.

Good nigth

No hay comentarios: