He escrito varias veces sobre el descrédito que se ha ganado a pulso la Política y, sobre todo, los políticos (y políticas), entre los ciudadanos. Frases como “no quiero saber nada de política”, o “son todos iguales, van a hartarse y punto”, son consecuencias de actitudes y hechos que han llevado a esa tremenda falta de afección por esta necesaria actividad.
He hablado del lenguaje que usamos, y de los modos. Hoy quiero hablar de la transparencia. En el sentido de transparente que da el Diccionario: “Claro, evidente, que se comprende sin duda ni ambigüedad”. Eso es lo que necesitamos para la ciudadanía vuelva a confiar en quienes nos dedicamos a la administración lo público. Sin duda ni ambigüedad. Entendible.
Transparencia en lo que tenemos al entrar y al salir de los cargos. Y que se pueda consultar y controlar. Porque manejamos fondos públicos y gestiones de todos. En Andalucía, se aprobó una norma sobre los intereses y patrimonio de los cargos públicos y parlamentarios. Cualquiera puede comprobarlo. Mi declaración está en esta dirección.
Los miembros electos de los ayuntamientos también están obligados, por la Ley del Suelo, creo, a publicar sus intereses y bienes. Pero muy pocos lo han hecho. El de Sevilla Capital, sí
Pero también transparencia en la gestión. Qué hacemos y cómo, y compararlo con lo que prometimos, al salir y día a día. Entre lo que dijimos hace dos años y lo que realmente hemos hecho.
En el suplemento de tecnología de El País, Cyberpaís, se publica un interesante artículo sobre un servicio que funciona en Gran Bretaña, que rastrea la actividad y la transparencia de los políticos británicos. Se introduce su código postal, y la página le dice quién es su representante político, cómo puede ponerse en contacto con él o ella, que actividad ha realizado en los últimos tiempos. Realmente interesante. MySociety se llama el sitio, y el servicio FixMyStreet, “arregla mi calle”.
Tomemos nota y, sobre todo, hagámoslo. Menos discursos grandilocuentes y ampulosos y más “praxis”, que llamábamos antes.
jueves, 5 de febrero de 2009
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2 comentarios:
Este post es realmente muy curioso, sobre todo, porque viene de quien viene. Un personaje que ha utilizado todo lo que critica para subir en política.
¿A qué juega? A "poli" bueno, increíble
Bueno, este comentario es opinable, pero en cualquier caso, mejor darse cuenta que perseverar en el error, ¿no?.
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