Viniendo hoy de Baeza, oigo en la radio que hoy se celebra el día de los maestros. Estupendo que una profesión/vocación tan importante como esa tenga un día que sirva para la reflexión.
Venía oyendo Canal Sur, y la gente llamaba para recordar a su maestro o maestra preferido, que le haya dejado huella.
Mi primer colegio fue Concepción Vázquez, tras el Centro de Especialidades, aunque entonces solo había cerros y cerros de “tierra colorá”. Desde la calle José Villegas, la larga tapia del almacén y campo hasta llegar al colegio. Allí estuve hasta casi los diez años, que pasé a los Salesianos.
Pero siempre recordaré a mi maestra doña Lola (no sé el apellido), que me enseñó a leer y una tarde, tendría yo siete u ocho años, me llamó y me regaló un libro, mi primer libro.
Y por supuesto, a don Joaquín Fortunati. Era un hombre todo bondad, que enseñaba en todo el sentido de su palabra. Con el cursé tercero de la antigua primaria, pues me saltaron de primero a segundo y no pasé por don Julián. Su base me sirvió mucho para el salto al bachiller.
Es verdad, tenemos unos recuerdos que parecen ocultos, pero nos afloran con agrado, con nostalgia.
Mis gracias a esos, y todos los demás maestros y maestras. En gran parte, me hicieron.
sábado, 27 de noviembre de 2010
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